Chocolate Oaxaqueño Artesanal: El Sabor que Abraza el Alma
El cacao que utilizamos crece en tierras fértiles, cultivado por manos que han heredado el conocimiento de generación en generación. Nuestra bisabuela, al adoptar a dos niños huérfanos, les enseñó no solo a elaborar chocolate, sino a entenderlo como un acto de amor. Ese legado sigue vivo en cada pieza que producimos.
Cada grano pasa por un tostado cuidadoso que realza su aroma y sabor. Luego, la molienda se realiza en metate o molino tradicional, conservando la textura única del chocolate oaxaqueño. No usamos conservadores y trabajamos con cacao criollo, lo que garantiza un sabor puro y auténtico.